El Buen Pastor y Sus Ovejas
Soy como oveja. Necesito un pastor que ya ha dado su vida para rescatarme de los lobos. Necesito al buen pastor, Jesús, como mi pastor. Debido a que Jesús es mi pastor, sé que si lo escucho, escucharé su voz llamándome. Puedo estar seguro de que soy suyo porque reconozco su voz.